- Desarrollo cognitivo, socioafectivo y el deporte.
Como bien nos explica en los apuntes, el desarrollo cognitivo nos permite pensar, recordar y razonar. A la hora de realizar deporte, estas son tres funciones claves para poder hacer ejercicio físico eficazmente. La atención, la memoria y la inteligencia nos permite desarrollar un deporte y practicarlo siendo conscientes de nuestras condiciones y del deporte que estamos a realizar.
Para empezar, la atención nos sirve en parte para conocer también un deporte y enterarnos de sus reglas y contenidos. Muchas veces los entrenadores o técnicos deportivos utilizan los distintos tipos de atención según sus principales objetivos. Por ejemplo, si un entrenador quiere que sus jugadores se aprendan una jugada utiliza una atención focalizada en los estímulos y los contenidos de esa jugada. Para este objetivo en concreto también se podría utilizar una atención selectiva, determinando que movimientos son más relevantes y cuales con complementarios. La atención selectiva puede ser utilizada a lo largo de un partido para mantener una concentración continua y focalizada en un tiempo determinado. Por último, la atención dividida la utilizamos en determinadas tareas en las cuales tenemos el objetivo de que los jugadores o alumnos estén atentos y concentrados a varios estímulos a la vez. Por ejemplo, en fútbol sala están haciendo una tarea de posesión y se estipula que al llegar a un determinado número de pases se puede marcar gol en cualquiera de las dos porterías. Los jugadores tienen que estar atentos para que al llegar a ese determinado número de pases pueden meter gol o, en caso de que les toque defender, evitar que metan gol.
Como bien dice en los apuntes, la memoria nos permite recordar fundamentos o información que ya adquirimos previamente. Los distintos tipos de memoria nos permiten desarrollar distintas actividades. Por ejemplo, la memoria a largo plazo nos sirve para recordar las pautas y reglas de un ejercicio y las dificultades que pudimos encontrarnos las anteriores veces que lo practicamos. También tenemos la memoria inmediata que podemos verla representada por ejemplo en un partido de fútbol, cuando un jugador o el entrenador marcan una jugada y los jugadores la recuerdan para ese momento.
La inteligencia nos permite interpretar los estímulos y los problemas y reaccionar a ellos eficazmente. Siguiendo con los ejemplos anteriores, la inteligencia le permite a un jugador interpretar el juego y tomar una decisión adecuada. Por ejemplo, en un partido de fútbol, un jugador está apretado por un rival y tiene que tomar una decisión. Aplica la inteligencia y elabora una respuesta rápidamente y toma la decisión de pasarle el balón a un compañero para que así el rival no se lo robe.
El desarrollo socioafectivo es una parte vital a la hora de impartir y hacer posible la práctica deportiva. Las emociones y las relaciones sociales tienen un papel muy importante a la hora de la práctica deportiva.
El desarrollo afectivo nos permite controlar nuestras emociones en el momento de la práctica deportiva. Por ejemplo, un jugador que práctica algún tipo de deporte, lleva un mal día y tiene entreno por la tarde. Este jugador no puede pagar su mala situación o su mal humor con los compañeros. Tiene que intentar disfrutar y desconectar con el entreno y dejarse ayudar por sus compañeros.
El desarrollo social nos permite impartir e implementar unos valores y normas desde que los niños son pequeños, enseñándoles así las pautas fundamentales de todos los tipos de juegos y del deporte. En este tipo de desarrollo podemos prestar una atención más enfocada en como, por ejemplo, los entrenadores de las distintas escuelas deportivas van educando a los niños con los valores necesarios para una práctica fructífera del deporte y del juego. Un claro ejemplo que podemos encontrar en la sociedad de hoy en día es como se intenta imponer el respeto en todo tipo de deporte desde las categorías inferiores, el respeto a los compañeros, a los rivales, a los árbitros y a si mismos también. En este apartado tienen una gran importancia los padres debido a que la mayoría de niños toman como ejemplo de vida a sus progenitores, que tienen un papel clave y deben de guiar a sus hijos por el camino del compañerismo y del respeto.
El desarrollo moral tiene una gran relación con el apartado anterior, con la adquisición de valores y su puesta en práctica. Los valores tienen una gran relevancia, pero la forma de interpretar estos y de actuar en función de estos tiene casi la misma importancia. Hoy en día podemos observar distintas actitudes de los niños en el momento de explicar normas o valores fundamentales. Unos los entienden a la perfección y comienzan a aplicarlos desde una temprana edad mientras que otros tardan más en entender los fundamentos de estos, lo que puede causar en algunos casos actitudes irrespetuosas. Para concluir con este apartado, como ya dije anteriormente, los técnicos deportivos o entrenadores y las familias de los niños tienen que hacer un esfuerzo para ayudar a los niños a entender las bases fundamentales de los valores y así poderlas aplicar al ciclo de la vida.